¿Por qué los pitagóricos no comen habas? Descubre la razón aquí

Los pitagóricos, una antigua escuela de pensamiento filosófico y matemático fundada por Pitágoras en el siglo VI a.C., tenían una serie de creencias y prácticas peculiares. Una de las más conocidas es su prohibición de comer habas. ¿Pero por qué los pitagóricos evitaban este alimento tan común en la dieta griega? En este artículo, exploraremos las razones detrás de esta curiosa restricción alimentaria.

Creencias religiosas

Una de las principales razones por las que los pitagóricos no comían habas estaba relacionada con sus creencias religiosas. Para ellos, las habas estaban conectadas al dios griego Hades, el señor del inframundo y de los muertos. Se creía que las habas eran un alimento sagrado para Hades y que al comerlas, se estaría consumiendo algo asociado a la muerte y al más allá.

Conexión con Hades

Los pitagóricos consideraban que el alma humana era inmortal y que después de la muerte, el alma se trasladaba al inframundo. Creían que las habas tenían una conexión directa con este mundo subterráneo y que al comerlas, se estaría estableciendo una especie de vínculo con Hades y con el reino de los muertos.

Creencia de digerir almas

Otra creencia relacionada con las habas era la idea de que al comerlas, se estaría digiriendo almas en forma de viento. Los pitagóricos creían que el proceso de digestión implicaba la transformación de los alimentos en energía vital, y que esta energía estaba directamente relacionada con el alma. Por lo tanto, al comer habas, se estaría consumiendo y digiriendo almas, lo cual era considerado como algo impuro y perturbador para la calma mental y espiritual que buscaban los pitagóricos.

Impacto en la salud

Otra razón por la que los pitagóricos evitaban las habas era su impacto en la salud. Las habas son conocidas por ser un alimento que produce gran flatulencia, lo cual puede resultar incómodo y perturbador para aquellos que buscan una vida tranquila y equilibrada. Los pitagóricos consideraban que la flatulencia era una manifestación física de la impureza y la desarmonía, por lo que evitaban consumir alimentos que pudieran causar este tipo de efectos en el cuerpo.

Flatulencia

La flatulencia, además de ser considerada como algo impuro, también se asociaba con la liberación de energía negativa y desequilibrios en el cuerpo. Los pitagóricos creían en la importancia de mantener un equilibrio entre el cuerpo y el espíritu, y consideraban que la flatulencia era un signo de desequilibrio y desarmonía en el organismo.

Enfermedad repentina

Además de la flatulencia, algunas personas experimentaban una enfermedad repentina tras consumir habas frescas. Esta enfermedad, conocida como favismo, es una reacción alérgica a una sustancia presente en las habas. En casos graves, esta reacción puede llevar a la muerte. Los pitagóricos, conscientes de esta posible reacción adversa, preferían evitar el consumo de habas para evitar cualquier riesgo para su salud.

Simbolismo político

Por último, las habas también tenían un simbolismo político para los pitagóricos. Estos filósofos consideraban que la política y el gobierno eran actividades antagónicas a las de un verdadero filósofo. Para ellos, la política estaba asociada con la corrupción, el poder y la ambición desmedida, mientras que la filosofía representaba la búsqueda de la verdad, la sabiduría y la armonía.

Representación de la política y el gobierno

Las habas, al ser un alimento común y básico en la dieta griega, representaban la política y el gobierno en la vida cotidiana. Al evitar el consumo de habas, los pitagóricos simbolizaban su rechazo a la política y su compromiso con una vida dedicada a la filosofía y la búsqueda de la verdad.

Los pitagóricos evitaban el consumo de habas por una combinación de creencias religiosas, impacto en la salud y simbolismo político. Para ellos, las habas estaban asociadas a la muerte y al inframundo, podían causar flatulencia y enfermedades, y representaban la política y el gobierno, actividades que consideraban opuestas a su estilo de vida filosófico. Estas restricciones alimentarias eran parte de su búsqueda de la armonía y la pureza tanto física como espiritual.

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