¿Se pueden congelar los espárragos frescos? Aprende la mejor forma

Preparación de los espárragos

Los espárragos frescos son una deliciosa y saludable adición a cualquier comida. Sin embargo, a veces compramos más de los que podemos consumir antes de que se echen a perder. La buena noticia es que se pueden congelar los espárragos frescos para poder disfrutarlos más tarde. Aquí te enseñaremos la mejor forma de hacerlo.

Pelado y corte de la base del tallo

Antes de congelar los espárragos, es importante pelarlos para eliminar la capa exterior fibrosa y dura. Para hacerlo, toma un espárrago y sosténlo por la parte inferior del tallo. Con un pelador de verduras, comienza a pelar desde la base hacia la punta, aplicando una ligera presión. Continúa pelando hasta que hayas eliminado toda la capa exterior.

Una vez pelados, es necesario cortar la base del tallo. Esta parte es más dura y fibrosa, por lo que es mejor desecharla. Simplemente coloca el espárrago sobre una tabla de cortar y corta aproximadamente 1-2 centímetros de la base.

Cocción en agua con sal

Después de pelar y cortar los espárragos, es hora de cocinarlos brevemente en agua con sal. Esto ayudará a preservar su sabor y textura antes de congelarlos. Llena una olla grande con agua y agrega sal al gusto. Lleva el agua a ebullición.

Una vez que el agua esté hirviendo, sumerge los espárragos en ella y cocínalos durante 2-3 minutos. Esto los dejará tiernos pero aún crujientes. No los cocines demasiado, ya que se volverán blandos y perderán su sabor.

Escaldado en agua hirviendo

Después de cocinar los espárragos en agua con sal, es importante escaldarlos en agua hirviendo para detener la cocción y preservar su color verde brillante. Llena un recipiente grande con agua helada y hielo. Retira los espárragos de la olla con una espumadera y sumérgelos inmediatamente en el agua helada.

Deja que los espárragos se enfríen completamente en el agua helada durante unos minutos. Esto ayudará a mantener su color y textura antes de congelarlos.

Proceso de congelación

Enfriado rápido en agua helada

Una vez que los espárragos se hayan enfriado por completo en el agua helada, es importante secarlos antes de congelarlos. Coloca los espárragos sobre una toalla de papel o un paño limpio y sécalos suavemente. Asegúrate de eliminar cualquier exceso de agua.

Después de secarlos, es hora de congelar los espárragos. La mejor manera de hacerlo es enfriarlos rápidamente en el congelador durante unos minutos. Coloca los espárragos en una bandeja para hornear o en una bandeja plana y asegúrate de que estén separados entre sí.

Coloca la bandeja en el congelador y déjala durante unos 30 minutos o hasta que los espárragos estén firmes al tacto. Este proceso de enfriamiento rápido ayudará a evitar que los espárragos se peguen entre sí al congelarse.

Secado y congelación en lotes

Una vez que los espárragos estén firmes al tacto, retíralos del congelador y colócalos en bolsas de congelación o recipientes herméticos. Asegúrate de etiquetar las bolsas o recipientes con la fecha de congelación.

Si deseas congelar los espárragos en lotes más pequeños, puedes dividirlos en porciones individuales antes de colocarlos en las bolsas o recipientes. Esto facilitará su uso posterior.

Una vez que los espárragos estén en las bolsas o recipientes, asegúrate de eliminar todo el aire posible antes de sellarlos. Esto ayudará a prevenir la formación de cristales de hielo y mantener la calidad de los espárragos durante más tiempo.

Finalmente, coloca los espárragos en el congelador y asegúrate de que estén colocados en posición vertical para ahorrar espacio. Los espárragos congelados se mantendrán frescos durante aproximadamente 8-12 meses.

Ahora que sabes cómo congelar los espárragos frescos, puedes disfrutar de su sabor y textura durante todo el año. Ya sea que los uses en sopas, ensaladas o como guarnición, los espárragos congelados serán una adición deliciosa y saludable a tus comidas.

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